LA TOLITA INDUSTRIA CERÁMICA PRECOLOMBINA.

Parte interna del molde confeccionado en arcilla cocida.


Las figurillas cerámicas de la cultura Tolita constituyen un fenómeno único dentro del arte precolombino americano, no sólo por su asombrosa cantidad sino sobre todo por la gran variedad de tipos, escenas, vestidos, adornos, en forma de una increíble colección de personajes y situaciones.

Son fácilmente reconocibles por el empleo de una arcilla fina, de color gris claro, perceptible por encontrarse la mayoría de los ejemplares prácticamente lavados por la humedad del ambiente. Es general el uso del molde para la elaboración, aunque puede restringirse para alguna parte concreta de la figurilla y se encuentran ejemplares grandes modelados completamente a mano. La elaboración es generalmente cuidadosa, pero en algunos tipos el empleo intensivo del molde llega a alcanzar el grado de una verdadera producción en serie. Debieron estar pintadas de varios colores, pero en general ha desaparecido por completo.

El interés se reparte por igual a lo largo de todo el cuerpo de la figura. Se trabaja con el mismo detalle la cabeza, una oreja, una mano, un pie. Es un estilo muy vivo y humano, caso único dentro del arte de Ecuador. Nos encontramos ante pequeños seres humanos llenos de movimiento y expresión que se manifiestan a través de una gran variedad de actitudes y escenas. Hay una fuerte tendencia a la representación realista que se puede atemperar en las estilizadas producciones en molde, pero que también puede desembocar en un naturalismo desenfrenado cuando se representan con toda claridad personajes ancianos y decrépitos, enfermos, amenazadores guerreros, madres llenas de ternura o escenas eróticas de todo corte.

Parte externa del molde cerámico.