Primeras referencias sobre Cochasquí por los Cronistas de Indias.-
En el siglo XVI, los cronistas de
Indias nos dejaron algunos escritos, donde identificaron algunos aspectos de
la arquitectura de Cochasquí; naturalmente, muchos son los datos sobre este
particular que describen otros sitios de ocupación del pueblo Cara.
Debo aclarar sobre la
terminología del siglo XVI utilizada por los hispanos y también el aspecto
ideológico propio de los conquistadores, quienes menospreciaron la cultura, la
tecnología, la forma de vida de los conquistados (actitud universal de los
conquistadores). De acuerdo a estas consideraciones, los pueblos Caras o
Caranqui no tuvieron ninguna valoración para los españoles.
Estos cronistas se refieren en sus escritos a
unidades poblacionales con el nombre de aposentos. De igual forma a los
monumentos funcionales como templos, cuarteles, palacios. A los tambos, cuando
son de gran magnitud, también los denominan aposentos reales, y, cuando son de
menor magnitud, son tambillos o aposentos comunes. Asiento es utilizado en muy
pocas ocasiones; y, cuando lo utilizan se refieren a un conglomerado de pocas
viviendas, entre cinco y ocho chozas de indios.
Al respecto Pedro Cieza de León dice:
"De los más pueblos que hay desde Caranque hasta llegar a la Ciudad de
Quito... De los aposentos de Otavalo se va a los de Cochasquí y para ir a estos
aposentos se pasa un puerto de nieve, y una legua antes de llegar a ellos es la
tierra tan fría que se vive con algún trabajo (…) De Cochasquí se camina a
Guayllabamba que está de Quito a cuatro leguas... Por los caminos que van por
estos aposentos hay algunos ríos, y todos tienen sus puentes, y ellos van bien
derechos y grandes edificios y muchas cosas que ver".[1]
Pedro Montesinos, en su obra Memorias Antiguas y Políticas del Perú,
escribe estas palabras: "La resistencia fue tenaz de parte de una Reina
Quillago, a quien tomó como amante y dio muerte al tener noticia de una celada
que ella preparó en su habitación, Quillago es reina de los Aposentos de
Cochasquí..."[2].
Según Miguel Cabello de Balboa, en la obra Miscelánea Antártica, editada por
Jacinto Jijón, dice: "...llegaron a un asiento llamado Cochasquí donde
hallaron a los naturales puestos de defensa confiados en la seguridad de sus
laderas y en una fortaleza que en su fuerte sitio tenía labrada...".[3]
Sancho de Paz Ponce de León nos relata:
"Las casas que se levantaban sobre las tolas eran redondas, las paredes de
palos entretejidos y embarrados de barro por dentro y por fuera –bareque– y con
techo de paja; la de los caciques eran más grandes con una viga grande en el
medio".[4]
Durante la época colonial, de 1600 a 1800, no encontramos
testimonios que hagan alusión a la vivienda o a las pirámides o a los sistemas
constructivos, pero sí algunos datos de valor etnohistórico que, de alguna
manera, nos dan algunos elementos sobre la importancia de Cochasquí.
El Virrey del Perú, Francisco de Toledo, al
formar las reducciones, ordenó el traslado de los habitantes de Cochasquí,
quienes formaron los pueblos hoy vecinos de Tocachi y Malchinguí. Cochasquí
quedará reducida a una hacienda particular.
Para 1598, la estadística de doctrinas de
indios, enviada al Rey de España por el obispo de Quito, López de Solís, no
menciona a Cochasquí como pueblo de indios ni tampoco tiene cura doctrinero.
Esto evidencia su despoblamiento.[5]
Referencias históricas sobre
Cochasquí
Para 1789, el padre Juan de Velasco escribe La Historia del Reino de Quito en la América
Meridional, en la cual expone conceptos de economía, sociología y política.
Esta obra es controvertida, refutada por la mayoría de los historiadores, sin
embargo básica para todos ellos.
Juan de Velasco describe la existencia del
Estado Cara en la jurisdicción territorial de las actuales provincias de
Pichincha e Imbabura (región ocupada por la cultura Cara o Caranqui), y da
cuenta de la existencia de obras monumentales que estábamos empeñados en poner
en valor cultural y social.[6]
En los siglos XVIII los académicos franceses,
Carlos María de La Condamine, Luis Godín, y los españoles Jorge Juan y Antonio
de Ulloa, en su misión en tierras de Quito, nos dejan dibujos de los monumentos
prehispánicos de Cayambe, especialmente, de los Pucarás de la parroquia de
Cangahua, que también pretendemos estudiar y restaurar.
Federico González Suárez, en sus distintos
trabajos de historia, al referirse sobre el país Cara, tiene una discusión con
Juan de Velasco sobre la existencia o no de los Caras, pero sin embargo señala,
en su obra Historia General de la
República del Ecuador: “¿Qué son las tolas? Las tolas no son únicamente
sepulcros: algunas son sepulcros, otras no lo son....... parecen haber sido
paraderos o residencias de agrupaciones indígenas que tenían costumbre de edificar
sus viviendas en montículos artificiales: uno de estos era, talvez el
adoratorio de la tribu (…) Construían fortalezas con un sistema o plan muy
distinto a los Pucarás de los incas, pues se reducían a dos terraplenes cuadrados,
uno mayor y otro menor, en el centro de este se levantaba una casa grande en la
que guardaban las armas y las escalas para arrimar a los muros" [7].
Entre 1919-1939, Max Uhle, arqueólogo alemán,
considerado el padre de la arqueología andina, profesor y fundador del actual
Museo Antonio Santiana de la Universidad Central, presenta un informe al
Ministerio de Educación sobre los trabajos de investigación en Cochasquí:
"... El edificio presenta ciertos elementos puramente incaicos y otros
caras. Me sorprende que en un edificio puramente Incaico se haya construido
otro de tipo puramente Cara".[8]
Continúa: "Antes de la venida de los
incas a Quito el régulo de Cayambe dominaba en toda la zona comprendida entre
dos ríos y era jefe de los Curacas o Caciques de Cochasquí, Perucho, Otavalo y
Caranqui".[9]
Jacinto Jijón, uno de los iniciadores en el
Ecuador del método científico de investigación arqueológica (González Suárez
fue otro de los iniciadores), polemiza sobre la existencia o no del Reino de
Quito. Sin embargo, refiere levantamientos de pirámides que llama tolas y las
describe en el libro Antropología
Prehispánica del Ecuador. "En el país Caranqui, tenemos las
siguientes clases de tolas: a) construcciones del tipo del templo antiguo del
Quinche; b) construcciones del tipo del templo de Cayambe; c) construcciones
del tipo del montículo conocido con el nombre de Paila-tola en Atuntaqui; d)
tolas con rampa; de este tipo hay varios ejemplos, siendo el principal la
gigantesca tola de Zuleta; e) tolas con doble rampa solamente se conoce la de
Cochasquí; f) en el Hospital-Urcuquí un montículo de más o menos 200 metros de largo; g)
en la Hacienda San José –Urcuquí– una tola elíptica; h) tolas piramidales, son
las más numerosas, las hay de distintos tamaños –las principales son las de
Orozco Tola y Pupo Tola en Atuntaqui–".[10]
PIRAMIDES
DE COCHASQUI SEGÚN LUCIANO ANDRADE MARIN
Luciano Andrade Marín es uno de los
“quitólogos” (estudiosos de Quito) más apasionados de la historia del Ecuador,
hombre de conocimientos polifacéticos, especialmente relacionados con su
patria. En el libro El Reino de Quito,
al referirse a Cochasquí, dice: "... En la ubicación geográfica del campo
de las tolas de Cochasquí, es un hecho real que están situadas casi exactamente
sobre la línea del Ecuador Terrestre, (...) esas tolas están así mismo...
debajo de la Línea Equinoccial, o sea la ruta, o parte, de nuestro sol..."[11].
El profesor Aquiles Pérez, investigador del
idioma antiguo, fue un estudioso como ninguno en su género de los toponímicos
y antroponímicos para determinar su significado, sin hacer elucubraciones y
siempre basándose en una rigurosidad de los significados.[12]
Pese a su avanzada edad, en 1984 visitaba con frecuencia la zona monumental de
Cochasquí, consigna ideas y plantea discusiones, como la siguiente, que me
permito transcribir, sobre el origen y el significado del nombre:
"Cochasquí consideraba que es de origen
Cayapa –Chachi– debió llamarse Cochesquí o Cochisquí. Coch de Coshi que
significa beber; esquí de asque que significa de frente; los que beben del
frente".[13]
Pérez consignó una de las contribuciones más significativas para esclarecer los
objetivos de los constructores de pirámides, en especial de los de Cochasquí.
[1] Cieza de León,
Pedro, "La Crónica
del Perú", Tomo XXVI, Historiadores Primitivos de Indias, II edición,
Atlas, Biblioteca de autores españoles desde la formación del lenguaje hasta
nuestros días, 1947.
[2] Montesinos, Pedro,
"Memorias Antiguas, Historiales y Políticas del Perú. Crónica del siglo
XVII", Anotados y concordados con las Crónicas de Indias por Horacio
Urteafa, Colección de liras y documentos referentes a la Historia del Perú, Tomo VI,
(2da. serie), 1882, Madrid.
[3] Cabello Balboa,
Miguel, "Miscelánea Antártica. Una historia del Perú Antiguo", Ed.
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Instituto de Etnología, Lima,
1951.
[4] Ponce de León,
Sancho de Paz, “En Ecuador Interandino”, Editor Jacinto Jijón, Quito, 1945.
[5] Espinosa, Valdemar,
“Caranqui”, 1980.
[6] Ibíd.
[7] González Suárez,
Federico, 1966. Historia General de la República del Ecuador, Págs. 109-110.
[8] Uhle, Max, "Estado
actual de la prehistoria Ecuatoriana", Conferencia del arqueólogo Prof.
Dr. Max Uhle,
Ed. Oficina de información y programación
del Estado, No. 14, Quito, 1929.
"Las ruinas de Cochasquí",
Periódico "El Día", 23 de enero de 1933, Quito.
"Las ruinas de Cochasquí", Boletín
de la Academia Nacional
de Historia, Vol. XV1H, Quito, 1939, págs. 5, 14.
[9] Ibíd., pág. l8.
[10] Jijón
y Caamaño, Jacinto, "Antropología Prehispánica del Ecuador”, Editorial
Prensa Católica, Quito,
1945.
[11] Andrade
Marín, Luciano, "Una Monografía de la Provincia de Pichincha", Obra promovida y
premiada por el Ateneo Ecuatoriano y por la I. Municipalidad de
Quito, Primera edición, Quito, 1946; "El Reino de Quito", Ed. Los Andes,
Quito, pág. 17, 1954; “El enigma arqueológico de Cochasquí”, 1954;
[12] Pérez,
Aquiles, "Quitus y Caras", Revista Llacta, publicación semestral,
Instituto Ecuatoriano de Antropología y Geografía, Ed. Talleres Gráficos
Nacionales, Quito, 1960; "La Minúscula Nación de Nasacota Puento resiste la
invasión de la gigantesca de Huayna Cápac”, Sección de Historia y Geografía
de la Casa de la Cultura Ecuatoriana,
Quito, 1978.
IMAGEN DE UNA RECONSTRUCCIÓN ILUSTRATIVA DEL SITIO ARQUEOLÓGICO |
MAQUETA DEL SITIO ARQUEOLÓGICO, DONDE SE OBSERVA TOLAS CIRCULARES, PIRÁMIDES CUADRANGULARES CON Y SIN RAMPA. |
FOTO ANTIGUA DE LA PIRÁMIDE N-9, SEMIDESTRUIDA POR LOS HACENDADOS PROPIETARIOS DEL SITIO EN BUSCA DE TESOROS, DE ELLA SE EXTRAJERON MÁS DE 500 CRÁNEOS HUMANOS. |
TRAMO DE CAMINO PRECOLOMBINO EN MOJANDA UBICADO EN INVESTIGACIONES DE CAMPO POR EL EQUIPO DE TRABAJO DE LA CORPORACIÓN PROCULTUR Y LOS COMUNEROS DE TOCACHI. |
BLOQUES DE CANGAHUA O TOBA VOLCANICA, MATERIAL UTILIZADO EN LA CONSTRUCCIÓN DEL SITIO. |
FESTIVIDADES Y RITUALES, RELACIONADOS A FECHAS IMPORTANTES DEL CALENDARIO AGRICOLA ANDINO, SOLSTICIOS Y EQUINOCCIOS. |
FESTIVIDADES Y RITUALES, RELACIONADOS A FECHAS IMPORTANTES DEL CALENDARIO AGRICOLA ANDINO, SOLSTICIOS Y EQUINOCCIOS. |
FESTIVIDADES Y RITUALES, RELACIONADOS A FECHAS IMPORTANTES DEL CALENDARIO AGRICOLA ANDINO, SOLSTICIOS Y EQUINOCCIOS. |
FESTIVIDADES Y RITUALES, RELACIONADOS A FECHAS IMPORTANTES DEL CALENDARIO AGRICOLA ANDINO, SOLSTICIOS Y EQUINOCCIOS. |
CASCADA DE SUROCUCHO, PRÓXIMA AL SITIO ARQUEOLÓGICO DE COCHASQUÍ. |
FAUNA NATIVA ANDINA REINTRIDUCIDA (LLAMINGOS Y ALPACAS), COMO UN ATRACTIVO TURÍSTICO AGREGADO AL SITIO ARQUEOLÓGICO. |
PLANO DEL SITIO ARQUEOLÓGICO, DONDE SE OBSERVA TOLAS CIRCULARES, PIRÁMIDES CUADRANGULARES CON Y SIN RAMPA. JUYAYAY COCHASQUI |
En Cochasquí se combina el milenario Patrimonio Cultural Material, representado por el sitio arqueológico, existe la presencia del Patrimonio Cultural Inmaterial relacionado a la memoria, rituales y festividades de los herederos históricos de la cultura QUITU CARA, los Comuneros de Cochasquí, el Patrimonio Natural está representado por los remanentes de la vegetación andina nativa en un marco paisajístico único, volviendo a este lugar un destino obligatorio para visitar por parte de los turistas nacionales e internacionales, los cuales podrán admirar todo el encanto de los Andes Ecuatorianos, la magia de estar ubicados en la Mitad del Mundo y la amistad fraterna de sus habitantes, gente honesta y trabajadora.
POR: NINA KUNTUR.