El libro de los abrazos
Dicen las paredes.
Eduardo Galeano
En el sector infantil de la Feria del Libro, en Bogotá:
El locóptero es muy veloz, pero muy lento.
En la rambla de Montevideo, ante el río-mar:
Un hombre alado prefiere la noche.
A la salida de Santiago de Cuba:
Cómo gasto paredes recordándote.
Y en las alturas de Valparaíso:
Yo nos amo.
En Buenos Aires, en el puente de La Boca:
Todos prometen y nadie cumple. Vote por nadie.
En Caracas, en tiempos de crisis, a la entrada de uno de los
barrios más pobres:
Bienvenida, clase media.
En Bogotá, a la vuelta de la Universidad Nacional:
Dios vive.
Y debajo, con otra letra:
De puro milagro.
Y también en Bogotá:
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Y debajo, con otra letra:
(Último aviso.)
En Montevideo, en el barrio Brazo Oriental:
Estamos aquí sentados, mirando cómo nos matan los sueños.
Y en la escollera, frente al puerto montevideano del Buceo:
Mojarra viejo: no se puede vivir con miedo toda la vida.
En letras rojas, a lo largo de toda una cuadra de la avenida
Colón, en Quito:
En pleno centro de Medellín:
La letra con sangre entra.
Y abajo, firmando:
Sicario alfabetizador.
En la ciudad uruguaya de Melo:
Ayude a la policía: Tortúrese.
En un muro de Masatepe, en Nicaragua, poco después de la
caída del dictador Somoza:
Se morirán de nostalgia, pero no volverán.
En la Facultad de Ciencias Económicas, en Montevideo:
La droga produce amnesia y otras cosas que no recuerdo.
En Santiago de Chile, a orillas del río Mapocho:
Bienaventurados los borrachos, porque ellos verán a Dios dos
veces.
En Buenos Aires, en el barrio de Flores:
Una novia sin tetas más que novia es un amigo.
[i]
Galeano recopila uno de los célebres graffitis quiteños de mediados de los años
80 del siglo pasado, este fue realizado por el Taller Literario “TRUCO PALABRA”,
iniciadores del graffiti poético, sociopolítico, e irónico en el Ecuador.
Los integrantes de Truco
Palabra fueron parte del movimiento contracultural y contestatario de esa
época, formaron parte del mismo: Margarita Chiriboga, Aleyda Quevedo, Juan Acosta,
Luis X, Patricio X, Marco X y Azucena Zono.
Posteriormente de la breve
existencia de “TRUCO PALABRA”, Acosta forma conjuntamente con artistas
plásticos y poetas, el grupo “EQUIS CULTURA”, que sería el gran detonante para
la aparición simultánea de un gran número de graffiteros que inundaron con sus reflexiones,
sátiras, consejos y la típica sal quiteña, las blancas paredes de la capital
del Ecuador.