INTI RAYMI QUITU CARA 2011. PUESTA EN VALOR SOCIAL. TOCACHI - COCHASQUI


 AYA HUMA INVOCANDO LA FUERZA DE LA PACHAMAMA

En la Comuna de Cochasquí, Parroquia de Tocachi, Cantón Pedro Moncayo, Provincia de Pichincha, se mantienen prácticas culturales relacionadas a sus manifestaciones culturales más importantes del año como lo son las fiestas de los San Juanes, San Pedros, Inti Raymis, así como las de fundación de la Comuna, donde se evidencia la presencia de personajes ancestrales como los diablohuma o ayahumas, pingulleros, comparsas, tradiciones milenarias que se mantienen en su imaginario colectivo, en dichas festividades tenemos presente la gastronomía típica como bebidas tradicionales andinas como la chicha de jora, el mishque, el guarango, alimentos en base al maíz como el tostado, el mote, el choclo, las habas, las papas, la mashua.

 VISTA AEREA DE PARTE DEL PARQUE ARQUEOLOGICO DE COCHASQUI

 IGLESIA DE LA COMUNA DE COCHASQUÍ

Cochasquí está considerado como parte de la Geografía Sagrada del Pueblo Quitu Cara, durante las principales celebraciones del calendario agrícola andino, en equinoccios y solsticios gran cantidad de público nacional y extranjero acude al sitio para presenciar los rituales y prácticas shamanicas que se realizan por parte de numerosos yachaks, Quitus Caras, Kechwas, Tsachilas, Shuaras, que celebran diferentes ritos de carácter propiciatorio, purificador, sanador, conmemorativo, puesto que consideran a las Pirámides de Cochasqui como un sitio de poder y energía que los conectan con las fuerzas vitales de la Pacha Mama o Madre Tierra. 

 YACHAK OTAVALO Y SU MESA DE OFRENDAS

Entre los relacionamientos de integración comunitaria en dichas festividades aún se puede observar los lazos de reciprocidad y compromiso creados entre las diferentes familias como la: entrega de la rama de gallos, entrega de los castillos de frutas y de plata, entrega por parte de los priostes de los medianos de comida y los baldes de chicha para los invitados y participantes en las fiestas, animados siempre por la música nativa ejecutada por los pingulleros, los ejecutantes de la caja o tambor, bombos, rondadores, quienes por lo general son comuneros de la zona que elaboran sus propios instrumentos.


 ENTREGA DE CASTILLO DE FRUTAS, MÚSICOS NATIVOS DE COCHASQUI
 
Fiestas de Inti Raymis y San Pedros.

Sincretismo e Interculturalidad.

Esta fiesta ancestral indígena de los pueblos y nacionalidades situados en la Mitad del Mundo, es un culto milenario al Inti o Sol, Dios tutelar de las culturas precolombinas. Esta festividad se la realiza el 21 de Junio, cuando el solo no produce sombra.

La festividad cristiana de San Pedro es el 29 de Junio, llegando a durar hasta un mes en las diferentes comunidades en festejos relacionados denominados las Octavas de San Pedro, los elementos más representativos de esta fiesta son; la toma de la plaza, un concurso entre las comunidades de la región que salen de sus casas con las partidas de danzantes y comparsas y van bailando hasta llegar a la plaza principal, donde se disputan el derecho de bailar en el atrio de la iglesia previas escaramuzas reales o simuladas. El atrio de las iglesias representa una transición del culto al aire libre andino al recinto cerrado cristiano, entre los personajes festivos presentes en estas fiestas tenemos los aruchicos, las chinucas, las huasicamas, los portadores de la chamiza, los músicos, siendo quizás el personaje más representativo el diablohuma o ayahuma, posible reminiscencias de los espíritus ancestrales o cabezas de poder que previo el inicio de las festividades suelen acudir a dejar sus mascaras en una laguna o cascada en un acto denominado como podrir la máscara o compactarla con la energía vital de la Pacha Mama, la iglesia persiguió durante mucho tiempo a este personaje festivos, pero luego los incorporo desvirtuando sus carácter de poder y conocimiento y convirtiéndola en la manifestación simulada de las fuerzas demoniacas.
NOCIONES BÁSICAS PARA LA PUESTA EN VALOR SOCIAL DEL PATRIMONIO
CULTURAL QUITU CARA.
DIVISIÓN Y CONCEPTOS  DEL PATRIMONIO CULTURAL:
El Patrimonio se divide en las siguientes áreas: Patrimonio Cultural Material, Patrimonio Cultural Inmaterial, Patrimonio Natural[1].
El PATRIMONIO MATERIAL, está compuesto por todos los bienes culturales que conforman la riqueza de nuestro país.
El PATRIMONIO MATERIAL, se clasifica en PATRIMONIO MATERIAL INMUEBLE y PATRIMONIO MATERIAL MUEBLE.
PATRIMONIO MATERIAL INMUEBLE: se refiere a los bienes culturales que no pueden trasladarse y abarca tanto los sitios arqueológicos (huacas, cementerios, templos, cuevas, andenes) como las edificaciones coloniales y republicanas
PATRIMONIO MATERIAL MUEBLE: incluye todos los bienes culturales que pueden trasladarse de un lugar a otro, es decir, objetos como pinturas, cerámicas, orfebrería, mobiliario, esculturas, monedas, libros, documentos y textiles, entre otros.
Dependiendo de la época en que fue creado, el PATRIMONIO MATERIAL INMUEBLE se divide en dos grandes categorías: PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO, que son los bienes culturales provenientes de la época prehispánica; y PATRIMONIO HISTÓRICO, que son aquellos fechados a partir de la colonia.
Según la Convención para la Salvaguardia del PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL, el Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) - el patrimonio vivo - es el crisol de nuestra diversidad cultural y su conservación, una garantía de creatividad permanente.
La Convención afirma que el PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL se manifiesta, en particular, en los ámbitos siguientes:
Tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL;
·         Artes del espectáculo (como la música tradicional, la danza y el teatro);
·         Usos sociales, rituales y actos festivos;
·         Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo;
·         Técnicas artesanales tradicionales.
La Convención de 2003 define el PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL más concretamente como los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades, los grupos y, en algunos casos, los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural.
La definición señala igualmente que el PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL, cuya salvaguardia pretende la Convención:
·         Se transmite de generación en generación;
·    Es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia;
·         Infunde a las comunidades y los grupos un sentimiento de identidad y de continuidad;
·         Promueve el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana;
·         Es compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos existentes;
·    Cumple los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos y       desarrollo sostenible y sustentable.
El PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL es tradicional sin dejar de estar vivo. Se recrea constantemente y su transmisión se realiza principalmente por vía oral. Es difícil emplear el término 'auténtico' en relación con el PCI; algunos expertos previenen contra su empleo en relación con el patrimonio vivo. El depositario de este patrimonio es la mente humana, siendo el cuerpo humano el principal instrumento para su ejecución o – literalmente – encarnación. Con frecuencia se comparten el conocimiento y las técnicas dentro de una comunidad, e igualmente las manifestaciones del PCI se llevan a cabo, a menudo, de forma colectiva.
Muchos elementos del PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL están amenazados debido a los efectos de la globalización, las políticas homogeneízantes, y la falta de medios, de valorización y de entendimiento que – todo ello junto – conduce al deterioro de las funciones y los valores de estos elementos y a la falta de interés hacia ellos entre las nuevas generaciones. Como legado de la naturaleza y producto de la construcción colectiva de los pueblos a lo largo de su historia, el patrimonio se caracteriza por la riqueza de su diversidad y por la complejidad de valores. Su deterioro o pérdida menoscaba su diversidad, no solo del país, sino de todos los pueblos del mundo.
PATRIMONIO NATURAL
El patrimonio natural está constituido por la variedad de paisajes que conforman la flora y fauna de un territorio. La UNESCO lo define como aquellos monumentos naturales, formaciones geológicas, lugares y paisajes naturales, que tienen un valor relevante desde el punto de vista estético, científico y/o medioambiental. El patrimonio natural lo constituyen las reservas de la biosfera, los monumentos naturales, las reservas y parques nacionales, y los santuarios de la naturaleza
El patrimonio cultural está formado por los bienes culturales que la historia le ha legado a una nación y por aquellos que en el presente se crean y a los que la sociedad les otorga una especial importancia histórica, científica, simbólica o estética. Es la herencia recibida de los antepasados, y que viene a ser el testimonio de su existencia, de su visión de mundo, de sus formas de vida y de su manera de ser, y es también el legado que se deja a las generaciones futuras.

PUESTA EN VALOR SOCIAL:

Es el resultado del conjunto de acciones que potencian o aseguran el resguardo del o los valores del bien. Se distinguen acciones como: protección, conservación, restauración, interpretación, inventario, etc. Sobrepasa la mera conservación física y es el objeto supremo de todo el quehacer patrimonial, particularmente del manejo y la gestión.

Al respecto, las Normas de Quito[2] entregan una clara definición de lo que internacionalmente se reconoce como puesta en valor:

Poner en valor un bien histórico o artístico equivale a habitarlo de las condiciones objetivas y ambientales que, sin desvirtuar su naturaleza, resalten sus características y permitan su óptimo aprovechamiento. La puesta en valor debe entenderse que se realiza en función de un fin trascendente que en el caso de Iberoamérica sería contribuir al desarrollo económico de la región.

En otras palabras, se trata de incorporar a un potencial económico, un valor actual; de poner en productividad una riqueza inexplotada mediante un proceso de revalorización que lejos de mermar su significación puramente histórica o artística, la acrecienta, pasándola del dominio exclusivo de minorías eruditas al conocimiento y disfrute de mayorías populares.

En síntesis, la puesta en valor del patrimonio monumental y artístico implica una acción sistemática, eminentemente técnica, dirigida a utilizar todos y cada uno de estos bienes conforme a su naturaleza, destacando y exaltando sus características y méritos hasta colocarlos en condiciones de cumplir a plenitud la nueva función a que están destinados[3].

De esta definición destaca la idea que la puesta en valor implica el aprovechamiento responsable de los bienes culturales y que este aprovechamiento, estando asociado, a su vez, a una necesaria acción de intervención que se debe poner en práctica con un elevado criterio técnico.


[1] Fuente: UNESCO.
[2] Informe final de la reunión del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, celebrada en Quito, Ecuador, en 1974, para adoptar acuerdos sobre conservación y utilización de monumentos y lugares de valor histórico y artístico.
[3] De esta definición destaca la idea que la puesta en valor implica el aprovechamiento responsable de los bienes culturales y que este aprovechamiento, estando asociado, a su vez, a una necesaria acción de intervención que se debe poner en práctica con un elevado criterio técnico.

FOTOS Y VIDEOS. FONDO DOCUMENTAL PROCULTUR. JAS. 2011